Volkswagen es uno de esos fabricantes que ha apostado por la movilidad eléctrica y que ya tiene a la venta algunas opciones libres de emisiones, como el Volkswagen ID.4, un SUV que, para nosotros, es la propuesta más interesante entre los modelos a batería de la marca. Vamos a ponerlo a prueba.
Luce un diseño atractivo, de sinuosas formas y en línea con el resto de modelos de la familia de eléctricos ID. En este caso, también tiene un llamativo color amarillo miel metalizado o llantas opcionales de 21 pulgadas, en diseño ‘Narvik’. Hablamos de un todocamino de 4,58 metros de longitud, 1,85 de ancho y 1,64 de alto, por tanto algo más largo, ancho y bajo que un Volkswagen Tiguan (4,51 m).
Interior
Basado en la plataforma MEB del Grupo Volkswagen, goza de 2,76 metros de batalla, lo que le permite ofrecer una habitabilidad interior envidiable. De hecho, personas de gran estatura pueden viajar ampliamente en sus plazas traseras, ya que hay espacio de sobra tanto para la cabeza como para las piernas.
La pequeña instrumentación tras el volante, montada sobre la columna de dirección, es clara y ofrece la información justa y necesaria para la conducción (también hay un Head-up Display con realidad aumentada), pero se echa de menos el poder acceder a más datos, como el consumo, para lo cual tenemos que recurrir a la pantalla multimedia central. Quizá en este sentido nos hemos malacostumbrado a unos cuadro de instrumentos que ofrecen absolutamente cualquier información que el conductor desee.
Respecto a los mandos táctiles, me gustaría señalar que no nos han gustado demasiado, debido a que hay que pulsaros varias veces para que respondan, no son del todo fiables, pero si que le dan al coche una estética muy futurista, Cabe destacar lo minimalista que es el interior con una reducción al máximo posible de botones e incorporándolos al sistema multimedia.
Otro aspecto a señalar es que si te decides a comprar este coche, debes de pensar que comprarte un cable de entrada tipo C, dado que este no dispone de ninguna entrada para tu cable normal (USB)
Respecto al maletero es bastante amplio pero se queda atrás respecto a sus predecesores de la marca como el Tiguan, contando este con una capacidad de 700 L y el ID.4 con 500 L o 1543 en caso de abatir los asientos.
Motor Eléctrico
El motor de este ID.4 ofrece 150 kW o 204 CV de potencia, así como 310 Nm de par motor máximo. Es cierto que no son cifras descomunales, pero la realidad es que la presteza del motor eléctrico a la hora de entregar su fuerza hace que el coche resulte ágil y que acelere con un ímpetu que sorprende, sobre todo a ojos de un profano en materia de eléctricos. Sobre el papel, acelera de 0 a 100 km/h en 8,5 segundos y alcanza 160 km/h.
La batería, de 77 kWh de capacidad, permite una autonomía homologada en ciclo WLTP de 493 kilómetros (hasta 522 en otras versiones) y, como luego veremos, nos podemos acercar bastante a esta cifra en conducción real. En lo que respecta a la carga, el cargador integrado es de 11 kW (7,5 horas para una carga completa), si bien el ID.4 acepta carga rápida a un máximo de 125 kW, por lo que podemos pasar del 0 al 80% de capacidad en 38 minutos.
Conducción y Manejo
Este Volkswagen ID.4 destaca la comodidad y suavidad el la que se mueve por la carretera, haciendo de los viajes unos trayectos muy cómodos y placeros, especialmente con el precio de la gasolina actual.
Al ser eléctrico, acelera con ganas, sobre todo a bajas velocidades, aunque tampoco lo hace mal en recuperaciones. Además, al ser de propulsión, la dirección no se mueve un ápice al acelerar a fondo. Por su parte, la capacidad de frenada es buena (lleva tambores detrás), aunque hace falta acostumbrarse al tacto de freno, debido a la función de recuperación de energía.
El modo D, en el que el coche mantiene bastante su inercia, y el B , que retiene mucho, tanto que podríamos llevar incluso una conducción de pedal único, ya que cuando te habitúas, casi no hace falta recurrir al freno. Estos kodos se pueden cambiar en el la planca de cambios o en el volante.