Como uno más de los escasos pero legendarios acuerdos de colaboración existentes entre el mundo del motor y el de la relojería, Jaeger-LeCoultre, a través de su línea AMVOX y desde 2005, se ha erigido en una de las expresiones más exitosas de esta conjunción casi planetaria con otra firma no menos prestigiosa: Aston Martin.
La apariencia del AMVOX3 Tourbillon GMT recuerda el universo Aston Martin, tanto por su movimiento de vanguardia, su generosa caja de cerámica negra de 44 mm de diámetro, como por los códigos estéticos de identidad de los automóviles de prestigio, como por la correa de piloto realizada en piel de becerro negra y perforada, dotada de un pespunte blanco y del logotipo alado de Aston Martin colocado sobre la esfera a las 6 horas, haciendo eco de las iniciales J y L, que representan a al Manufactura, a las 12 horas.
Con todas las cartas de presentación en su haber que muestran su pertenencia al exclusivo mundo de la Alta Relojería, el nuevo AMVOX3 alberga el Calibre Jaeger-Lecoultre 988 automático con tourbillon, dotado de dos husos horarios y de una fecha que efectúa un salto más importante entre el 31 y el 1 de cada mes, a fin de no ocultar el mecanismo del tourbillon. Su esfera calada (una de las constantes más apreciadas en las novedades relojeras de este año) permite admirar los puentes y la platina bañados en rutenio, así como el puente central del indicador AM/PM negro.
La calidad y exclusividad supremas de este tourbillon GMT se expresa por medio de una edición limitada a 300 ejemplares de cerámica y oro rosa de 18 kilates, un lujo reservado a muy pocos privilegiados, a imagen y semejanza de los automóviles Aston Martin, cuya fabricación se restringe a series muy exclusivas.
El AMVOX3 es una síntesis perfecta de técnica revolucionaria de forma y de fondo. De este modo, la caja de cerámica –la primera de este tipo que realizó la Manufactura- ha sido desarrollada a partir de una técnica que emplea una mezcla de óxido de zirconio y de Yttrium, ambos comprimidos en bloques macizos muy homogéneos antes de ser calentados a más de 2.500 grados. De este modo, la homogeneidad de la materia se controla por radioscopia para dar, posteriormente, forma a la caja.
Del mismo modo en que un automóvil está dotado de un motor a la altura de sus ambiciones, el AMVOX3 Tourbillon GMT alberga un movimiento de una tecnicidad asombrosa que, además cuenta con el privilegio de integrar la masa oscilante patentada del Calibre Jaeger-LeCoultre 988C, el mismo que equipa al Master Compressor Extreme LAB.
El recién llegado a la escena de los relojes hiper deportivos manifiesta una elegancia “so british”, por lo que no podía faltar la visualización del segundo huso horario, indicado por una segunda aguja de las horas y una indicación AM/PM a las 12h.
Los diseñadores de Jaeger-LeCoultre han equipado la caja del AMVOX3 Tourbillon GTM, por vez primera, con un fondo de cristal de zafiro, como si se tratara del capó de un coche que permite ver su fantástico motor.
Más información: www.jaeger-lecoultre.com